domingo, 13 de noviembre de 2016

No Culpes Al Karma De Lo Que Te Pasa Por Gilipollas

Antes de No Culpes Al Karma De Lo Que Te Pasa Por Gilipollas


Un tipo entra en un quirófano para quitarse unos papilomas que le han salido en el pene.
Pasa, saluda y es amablemente conducido por una simpática circulante de quirófano a tumbarse en la mesa de operación.
Lo que al principio parecen mareos, sudor y nervios, poco a poco se convierte en una charla trivial con el cirujano sobre el origen de los papilomas, que no se los ha pegado su mujer, ni siquiera su amante, sino una mujer más profesional.
El hombre, se lamenta por la situación (y por las marcas del bisturí a las que tendrá que inventarse una explicación), y acto seguido pregunta cuando podrá volver a hacerlo sin condón.

Cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia.

No Culpes Al Karma Lo Que Te Pasa Por Gilipollas


Después de No Culpes Al Karma De Lo Que Te Pasa Por Gilipollas

''La conclusión que le saco yo a la vida es que mierda hay en todos los lados, lo importante es ir protegido para que te resbale'' #HatGirl (aka La Chica Sombreritos) dixit.

Atención spoiler, no leas lo siguiente si no sabes de que van la mayoría de comedias españolas: tenemos a la típica protagonista, que es harto bobalicona y neurótica, buena gente pero que en el amor pues no le va del todo bien, vaya por dios. Una serie de situaciones cómicas se van sucediendo, o lo que es lo mismo, cosas pasan, pero ¡ah!, en los últimos 15 minutos de metraje, el mundo da un respiro y le enseña lo bonito que es. Vaya acústica guapa que tienen algunos barrios de Madrid ¿o qué?

Es cierto, prefiero la comedia al drama, considero que es mucho mas difícil hacer reír que llorar. Además que el drama es un género que no hay por donde cogerlo, por lo sobreinflado y el sobrepeso que tiene el hijo de puta para casi todo el mundo, pero he de admitir que tiene más rasgos diferenciativos que la comedia.

Me esperaba más de esta película, más que unas cuantas situaciones graciosas, más que lo típico que se puede esperar. Pero no culparé a nadie por mis altas expectativas.
¿Lo mejor? Su título, sin duda.




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