lunes, 26 de septiembre de 2016

Sing Street

Antes de Sing Street


Que me pongan las críticas en el cartel me hace sentir como Jack Nicholson en Mejor Imposible cuando camina por la calle evitando que le toque nadie. O como Neo esquivando las balas en Matrix. No, me pega más el papel de neurótica obsesiva-compulsiva. Esquivar a la gente por la calle mientras no piso las rayas de los baldosines del suelo. Oh sí, nena, ese es mi rollo.

¿Vosotros habéis leído algo? Yo he tratado de evitarlas para no ir muy condicionada. Aunque por supuesto, lo estoy. No quiero saber nada más pero me da buenas vibraciones. No quiero más adjetivos ni palabras bonitas que la definan sino descubrir por mí misma cómo es. Por que cuando cuentas algo sobre ti, quedas condicionado a tus propias etiquetas.

Después de Sing Street 


''Una de las mejores películas del año''

''Totalmente irresistible''

''Una de esas películas que te hacen sentir bien''

...

Y así podría seguir con todas las frases del cartel, firmándolas si hace falta.
 Cuando se te mete la BSO de una película después de haber visto The Beatles: Eight Days A Week, tiene que ser buena. Y graciosa. Y tierna. Y empática, llena de endorfinas que te hacen sentir de puta madre. La unión de cine y música, cuando se hace bien como en este caso, es absolutamente satisfactoria, te llena de vitalidad y te obliga a hacer las paces con el mundo. Aunque solo sea por un rato.



lunes, 19 de septiembre de 2016

Los Hombres Libres de Jones

Antes de Los Hombres Libres de Jones

Con la calidad y el buen rumbo que lleva Matthew McConaughey en sus últimos trabajos, me apetece bastante ver esta película, salvo por un hecho insignificante que lo puede arruinar todo (como cuando no le pones suficiente gelatina a tu tarta y se convierte en batido de tarta de limón...) y son las palabras ''basado en una historia real''.
Soy de esa minoría que cree que no es un punto positivo en una película, debería ser agravante y no un atenuante (como que te guste una película a pesar de que Ryan Reynolds la protagonice) a la hora de la votación global de una película, la originalidad y los límites en la historia están determinados por cuan ''verídica'' sea en relación a la historia verdadera que cuenta.


Después de Los Hombres Libres de Jones


Matthew McConaughey en su salsa. Matthew entregado a la escena, es el puto amo y señor de la película. Ya hace tiempo que dejó de ser un mojabragas para adolescentes y mujeres amantes de insípidas comedias románticas para ser un hombre de verdad.

En un papel que me ha recordado a los mejores de Christian Bale, Matthew (Mateo para los amigos) está demacrado, tiene un aspecto enfermizo y desmejorado, nada apetecible para las mujeres que consumían sus antiguos trabajos, pero sí para alguna que otra veinteañera cinéfila.
Es hipnótico y absorbente, y aunque la historia no me importe lo más mínimo, la hace entretenida y muy disfrutable. Vaya que sí he disfrutado de Los Hombres Libres de McConaughey.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Florence Foster Jenkins

Antes de Florence Foster Jenkins

Drama de época (de los que no tengo muy buenas espectativas) a lo que se suma ser un biopic. Sesión de sadomasoquismo, allá vamos.


Después de Florence Foster Jenkins
 El Antes y Después de 

 
Francamente, no le veo la gracia a reírme viendo cantar mal a alguien. No le veo sentido a que los actores no paren de partirse el culo cuando la pobre Florence emite un sonido melódico.
 Que yo sepa en los conciertos de Enrique Iglesias ahí la gente no se descojona. Emiten diversos sonidos que van desde alaridos agudos pasando por las vociferaciones más graves, hacen movimientos más o menos coordinados dependiendo del grado de alcohol en sangre, se hacen unas cuantas selfies pa´ subir a twitter, pero reírse por como canta el susodicho yo diría que no.
 Un completo sinsentido, vaya.

Pero dejemos mi sentido del humor quizá raruno para hablar de la película.
Nos encontramos ante el típico caballero inglés haciendo de Hugh Grant, Meryl Streep encarnando a  un personaje histriónico, sobreactuado, saturado y pasado de rosca, como va siendo habitual en su filmografía más reciente (nótese que no he utilizado la palabra decadencia) y Simon Helberg, que tiene en toda la película una sonrisa de persona que no sabe donde meterse, como cuando vas a una fiesta en la que no conoces a nadie y te quieres integrar.

Qué decir de lo demás, la ternura que intenta provoca no llega, las carcajadas que intenta contagiar se convierten en toses, algo tan cuidado como es la recreación de la época se hace invisible por su falta completa de encanto y gracia, la historia se hace larga y pesada y no encuentro ninguna razón para recomendarla.
Bueno sí, la afición completista de la cinefilia.





martes, 13 de septiembre de 2016

The Beatles: Eight Days A Week

Antes de The Beatles: Eight Days A Week


Documental de la archiconocida banda de música inglesa. Me declaro una melómana incurable aunque nunca me intereso por las personas que escriben o interpretan los temas. Cosas de la sociopatía, supongo.
 De nuevo, la Reportera Ocasional de Noticias O Algo (aka Ronoa) os ofrece su visión peculiar y juzgadora de todo tipo de películas, esta vez The Beatles: Eight Days A Week.



Después de The Beatles: Eight Days A Week
-¿Por qué Ronoa cruzó la calle? 
-Because the world is round it turns me on
Because the world is round...aaaaaahhhhhh

Documental tremendamente entretenido y dinámico, en el que las confesiones íntimas y la historia oculta del grupo conviven con la histeria colectiva de los fans, los testimonios históricos, entrevistas personales y por supuesto, actuaciones en el escenario.

No es un producto concebido solo para fans, es historia viva de la música, para todo aquel que se denomine a sí mismo menólano o cinéfilo. Emociones histéricas que contagian su pasión convulsa. Una inyección de endorfinas auditivas al salir del cine. The Beatles tomarán tu cerebro y tocarán para ti durante horas.

Y mientras escribo estas palabras no puedo evitar escribirlas con música, la banda sonora de The Beatles, que me van a acompañar en bucle durante unos cuantos días. Oh yeah, I'll tell you something I think you'll understand...

martes, 6 de septiembre de 2016

El Espejo de los Otros

Antes de El Espejo de los Otros




Película argentina de la que no conozco más datos. Y ya está, ésa es la noticia.



Después de El Espejo de los Otros

¿Y si cogemos Relatos Salvajes y hacemos una segunda parte más ''seria''? Quitemos tantas risas y tanta locura. El resultado podría ser El Espejo de los Otros, una cinta episódica que narra una serie de historias que transcurren en un lugar común: un restaurante elitista que elige a sus clientes.

¿Y si la película me ha escogido a mí? Con lo espectacular que me pareció la disparatada y trepidante Relatos Salvajes, sería increíble ver más historias extravagantes y con un desarrollo alocado y picueto.

¿Y si dejo de comparar películas y disfruto de la que tengo delante? Las comparaciones son odiosas y El Espejo de los Otros no puede competir, pero, ¿quién hace la competición?

¿Y si...?

domingo, 4 de septiembre de 2016

La Bombonera de Don Cándido

Antes de La Bombonera de Don Cándido

Esta vez toca algo diferente, una visita guiada y teatralizada para conocer más a fondo uno de los teatros más famosos de Madrid, que el día 3 de septiembre cumplió 136 años, y al que, posiblemente, tenga más cariño: el Teatro Lara.


Después de La Bombonera de Don Cándido


¿A quién se le ocurre hacer una visita guiada a un teatro? Un teatro con poca historia, un proyecto minoritario que a nadie le va a interesar y por tanto abocado al fracaso.*

Así empieza mi artículo, así empieza de forma parecida la crítica que se hiciera para hablar del estreno del Teatro Lara un 3 de septiembre de 1880, y así empieza la visita teatralizada de estos magníficos actores, los Absurdos Teatro, una visita que nos traslada al siglo XIX, y nos descubre los secretos más íntimos, la vida personal y los recovecos más oscuros que guarda un edificio con tanta vida y por la que han pasado tantas historias como es el Teatro Lara.

Pisando donde no es habitual para el espectador, observando cual voyeur los camerinos, conociendo mejor el backstage espaciotemporal, descubriendo dedicatorias personales de los actores en las paredes, y viendo levantar el telón por el lado opuesto son acciones y sensaciones que perdurarán en mi propia historia.



*Nunca confiéis en los prejuicios de los demás, ni en los vuestros propios, porque os podéis perder momentos especiales, no solo con el teatro.