domingo, 7 de agosto de 2016

Escuadrón Suicida

Antes de Escuadrón Suicida


 Por 25 pesetas, díganos cosas que da miedo escuchar como por ejemplo, 'le tengo que hacer un tacto rectal'; un, dos, tres, responda otra vez.
- Le tengo que hacer un tacto rectal.
- ¿Este vestido me hace gorda? 
- No funciona el internet.
- Guardad todo que hoy tenemos examen sorpresa.
- Cariño, mañana viene mi madre a comer.
- ¿Ya está?
- Tenemos que hablar.
- ¿Vamos a ver Escuadrón Suicida?

Debo reconocer que hace tiempo que quería ver esta película, pero desde hace unos días que empezaron a publicarse críticas negativas tengo miedo. Mucho miedo.
 


Después de Escuadrón Suicida

''Lo mejor de la película han sido los chistes de Harley Quinn. Y su culo.''

Nos encontramos ante un nuevo género cinematográfico que ya se venía desarrollando y que con Escuadrón Suicida se ha consolidado firmemente, y es que el cine para fans previos a la película está en auge, el cine de postureo es una realidad y las distribuidoras tienen que agradecer a los fans toda la promoción que hacen.

Los diálogos (que suelen ser lo que brilla en este tipo de películas) escasean, y los cambian por frases efectistas y con una pretenciosidad cansina de ser lapidarias.
Las escenas están rodadas tipo videoclip, sin originalidad y son aburridamente mecánicas.
Will Smith está en modo Will Smith, un asesino a sueldo con su corazoncito. Con una hija que es lo que más quiere en este mundo. Con flashback sentimentaloides que dan vergüenza ajena.
Diría algo del Joker si tuviera algún peso o protagonismo, o si las pocas escnas en las que se ve, tuvieran algo de importancia o interés. Pero no, eso me lo ahorro.

Si la banda sonora molona la tiene, la idea de los antihéroes es reshultona, Harley Quinn es adorablemente must fap, entonces, ¿cómo coño la han cagado tanto?


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