miércoles, 29 de junio de 2016

Pues Me Muero

Antes de Pues Me Muero

 Obra de amor/desamor con un protagonista masculino como centro de atención. En el Teatro Fígaro he visto El Cavernícola y Los Miércoles no Existen, dos obras que me gustaron mucho, así que no espero menos de ésta. Seamos suicidas y proclamemos Pues Me Muero.

Después de Pues Me Muero

Qué espectacular es la voz de este joven talento de la interpretación y de la canción, Alberto Frías, junto con los 4 músicos que forman Moribundos Band me han transportado a las etapas que pasamos cuando se rompe una relación amorosa a ritmo de canciones famosas. 

He de decir que un musical siempre tendrá mi entera admiración y fascinación, quiero destacar dos hechos:

1-. Si bien es una comedia que efectivamente funciona, Alberto Frías está por encima de la obra, regalándonos momentos hilarantes cuando interacciona con el público e improvisa con mucha gracia, la carcajada general aparece con mucha soltura y naturalidad.

2-. Y si bien es un musical con canciones que conoce todo el mundo, para mi gusto le falta canciones actuales, entre las canciones de Rocío Jurado y Jose Luis Perales deberían alternarse canciones de reggaeton y demás música mierdosa. Le daría un toque más de humor.
Que meter a Enrique Iglesias en un espectáculo cómico puede resultar ciertamente gracioso.

lunes, 27 de junio de 2016

Trabajos de Amor Perdidos

Antes de Trabajos de Amor Perdidos

 Obra de Shakespeare desconocida para mí en el Teatro Cofidis Alcázar de Madrid. No estoy muy acostumbrada al teatro isabelino, más bien, veo casi siempre obras de autores vivos.
 No obstante, no tengo prejuicios mal intencionados con el teatro de hace siglos, no tengo filtros para negarme a ver algo que por completo desconozco. Vamos a ello. Puede estar bien.

Después de Trabajos de Amor Perdidos

No. No estuvo solo 'bien'. Trabajos de Amor Perdido es una obra divertida, ácida, con un elenco impresionantemente amplio para las obras a las que estoy acostumbrada. Interpretaciones únicas y tremendamente hilarantes, me asombra no haber conocido antes esta obra, alucino con un humor fresco, inesperado y muy eficaz.
Descubrir esta obra ha sido para mí, un regreso de la pasión por el teatro, un Trabajo de Amor Encontrado.

viernes, 24 de junio de 2016

Buscando a Dory

Antes de Buscando a Dory

Secuela de Buscando a Nemo que tengo bastantes ganas de ver. El sello Pixar garantiza un mínimo de calidad y hace que los dibujos animados no sean solo para niños.
Me sumerjo en el mundo submarino, nadando entre energía e ilusión.

Después de Buscando a Dory

- ¡¡Por favor, qué monada es Dory bebé!!
- Espera, Ronoa, tienes que escribir la crítica
- Pero, ¿tú has visto qué monada es Dory bebé? ¡Si es todo ojos y cuckydad!
- Sí, pero céntrate, la crítica...
- Sí, sí, la crítica, tengo que escribir la crítica, escribir la crítica, escribir la crítica...
- Ronoa, sigue...
- ¿Nadando? ¡Sigue nadando! Sigue nadando, nadando, nadando...
- Déjalo, anda.
- ¡No lo dejo, querido lector! Porque todo el que haya visto a Nemo, está en la obligación de ir en busca de Dory, ver esta adaptación de Memento marino y disfrutar de la madurez en la animación y del rejuvenecimiento mental. Y ahora me pondré a escribir la crítica, escribir la crítica, escribir la crítica...





lunes, 20 de junio de 2016

Un Hombre de Altura

Antes de Un Hombre de Altura
 Remake (ya empezamos prejuzgando mal) de Corazón de León, peli que no he visto y a menos que me guste ésta mucho, mandaré al cajón desastre de #PelículasQueAúnNoHeVistoYTengoPocasGanasONingunaDeVerlasPeroQueSiAlgúnDíaMeAburroAhíEstán.
Sale Jean Dujardin, archiconocido por la bonita The Artist, y por bodrios como The Monuments Men o Los Infieles. Veamos si está a la altura del buen cine.



Después de Un Hombre de Altura



Qué dolor de rodillas ha debido de pasar el pobre Jean Dujardin ¿no? Espero que le hayan puestos cojines a lo largo del rodaje.
El tío hace de un pavo que mide 1,35 m, le saco 25 cm sin ponerme tacones. Poniéndomelos, me sacaría él un metro, de las veces que estaría caída por el suelo. La vida de los bajitos es dura, sufren de dolor de cuello al mirar hacia arriba, no poder montarse en atracciones para mayores de 9 años, son los primeros que huelen un pedo... Todo desventajas.

La película que intenta ser agradable y tierna, se queda en un intento vano, recordando por momentos a Cincuenta Sombras de Grey, por lo disparatado que resulta encontrarse con el hombre perfecto, guapo, rico, sensible y demás mierdas, con un ligero defecto. Sucesos aleatorios van ocurriendo mientras el atractivo de Jean Dujardin no para de crecer para desembocar en un final que estábamos esperando desde el principio.

Pero imaginémonos que la situación es la inversa, es la chica la que mide 1,35 m. Pues...bueno, no habría película posible, está claro. ¿Qué clase de hombre pondría objeciones cuando su novia está a la altura perfecta?


domingo, 19 de junio de 2016

Dos Buenos Tipos

Antes de Dos Buenos Tipos

Película de Ryan Gosling y Russell Crowe, presumiblemente una 'Buddy Movie' o película de amigos con tono desenfadado, de aventuras, acción y comedia. Una película que en mi filmaffinity ya tengo preparado para darle al 6, y joder, viendo la nota media que tengo, un 6 está muy pero que muy bien.

Después de Dos Buenos Tipos

Nos encontramos ante una película para disfrutar y no pensar, para descubrir lo payaso que puede ser Ryan Gosling y partirnos de risa con sus muecas y su expresividad sin control, para comprobar que, aunque Russell Crowe ha engordado bastante (por exigencias del guión según dice Hans Beckert), sigue dando mamporrazos cual Bud Spencer, para desconectar y pasar un buen rato.

Es lo menos que se le puede pedir al entretenimiento.

Capitán Kóblic

Antes de Capitán Kóblic

Francamente, un drama ambientado en los años 70, en plena dictadura argentina, me resulta muy denso y ni me plantearía ir al cine si no llamase poderosamente mi atención un nombre.
Ay, Bombita Darín, sorpréndeme una vez más con una buena interpretación y aceptable película.

Después de Capitán Kóblic



Ah, la magia del cine.

Es algo fantástico: la sala llena de jubilados y futuros no tan lejanos clientes de residencias de la tercera edad. Ahora imaginen que cambian al actor principal, Ricardo Darín, un tío con presencia que hace siempre pelis interesantes, y ponen a Mario Casas, un actor con un registro prácticamente limitado/destinado a mojar bragas. Y ¡tachán! Cambia la media de edad de la sala a gente que se acaba de examinar en la selectividad. 

Que sí, quitamos un poco la intensidad de la película, ponemos frases de la Superpop y musicote de los 40 principales, pero por el resto, pasaría perfectamente el control de calidad de los adolescentes: Escenas dramáticas a caballo, música melancólica intensificando el amor de los protagonistas, flashback que atormentan la conciencia del Capitán, unos malos muy típicos que impiden su felicidad... 
Que por otro lado, vaya tela de romance y de paso, de personaje anodino el de Inma Cuesta, ¿no? La historia de su amor no es más que relleno de metraje porque si no se les quedaba corta la peli.

Finalmente, quiero recalcar que no tengo nada en contra de Mario Casas, me reí mucho (con él) en Mi Gran Noche, hace su trabajo lo mejor que puede, tiene su público juvenil y parece limpio, pero que no me vendan una peli de Ricardo Darín, que es un tío que por definición mola, siendo realmente una peli de Mario Casas, que no nos engañen.

sábado, 11 de junio de 2016

Corta el Cable Rojo

Antes de Corta el Cable Rojo
''La comedia más explosiva de la historia'' eso es lo que leo en el cartel antes de entrar en el Pequeño Teatro de la Gran Vía. Un espectáculo de improvisación con cómicos de la Comedy Central cuando antaño se llamaba Paramount Central (manías de cambiar de nombre, yo como me hago viejuna seguiré llamándolo Paramount, igual que con los Petit suisse, y no esa horterada de llamarlo Danonino).
Preparada para la ración de risas recomendada del viernes noche. Primera fila, allá vamos

Después de Corta el Cable Rojo 


Imagínese quedarse sin aire para reír, para respirar. 
Unas manos asfixiantes en forma de carcajadas que se atropellan por salir de la garganta. 
Unos ojos que se esfuerzan por no pestañear, por mirar alternativamente a los tres vértices del Humor de este gran espectáculo.
Una memoria prodigiosa que recuerde todo, recopilando escenas para volver a sonreír una vez más.
Unos colores rojo y negro que son la estética de esta proclamación de la alegría, esta bomba que no deja de explotar y sacudir tu mente.
Coja el mejor espectáculo de improvisación que hay visto y multiplíquelo por mil.
Deje de imaginar.
Ni siquiera andará cerca.
Corte el cable correcto.

Poderes Extraños

Antes de Poderes Extraños


 Esta vez toca descubrir nuevos lugares teatrales además de la obra a la que vengo a disfrutar. La sala AZarte acoge esta obra pequeñita, y como entusiasta empedernida del teatro off, estoy preparada para disfrutar de actuaciones a pocos centímetros de mis ojos.
 

Después de Poderes Extraños
Si no has visto Poderes Extraños, no conoces el Poder del Helado Oscuro.
 
Vale, matadme, tiradme piedras, que venga Ramoncín a cantarme, lo que queráis malditos sádicos, pero ved Poderes Extraños. En serio. No pienso destripar nada ni hacer una reseña típica llena de palabras que han perdido su significado. ¿Es buena Poderes Extraños? Para responder a esta pregunta tengo que rememorar, que me venga a la mente escenas en las que me quedé con la boca abierta, me partí de risa, aplaudí con fervor. Y sí, joder, sin duda lo es.
 

domingo, 5 de junio de 2016

Las Expertas

Antes de Las Expertas


Toca volvar a soñar en el teatro Galileo, dentro del festival 'En algún lugar del ser o no ser' con un espectáculo circense, presumiblemente infantil/familiar, por la cantidad de niños que acuden como público.
Después de Las Expertas  
Ninguna Experta ni calavera sufrió daños durante el rodaje fotográfico de creación del después de. 
 
¡Ser, o no ser, ésa es la cuestión!
¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la resposabilidad que conlleva ser adulto, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia manteniendo el síndrome de Peter Pan?
Vivir, soñar, no despertar más nunca,
poder decir todo acabó; en un sueño teatral
sepultar para siempre los dolores del corazón,
los mil y mil quebrantos que heredó nuestra mente al hacerse mayor,
 ¡quién no ansiara concluir así!
 Vivir... quedar asombrados...
Imaginar... tal vez soñar.
¡Ay! allí hay algo que detiene al mejor.
 Cuando del mundo no percibamos ni un rumor,
 ¡qué sueños vendrán en ese sueño circense!


La Crazy Class

Antes de La Crazy Class

 Una vez más me dejo seducir por la esencia del teatro, en esta ocasión voy a ver un espectáculo de Imprebís, ¿quizás un poco de improvisación? Una vez me acomodo en la butaca del teatro Calderón, éste ya me enamora, un teatro pequeño, pero muy bonito en los detalles que observo.
Estudiemos un poco en esta clase loca.
Después de La Crazy Class 


Me sumerjo de lleno en un ensayo teatral, un experimento con los actores, un proceso de investigación de cómo elaborar diferentes personalidades, cómo un actor puede y tiene la capacidad de interpretar a personalidades muy diversas en cuestión de segundos, pasando de uno a otro con la facilidad que tendría un español medio en criticar cualquier tema.

Toda la obra que podía haber sido una buena comedia original sobre las entrañas del teatro, suspende irreversiblemente, ya que no recuerda que, a veces, menos es más, su duración de casi dos horas sin apenas momentos cómicos la convierte en tediosa y pesada. Personajes y momentos sin chispa ni gracia.
 Una obra que me ha parecido más esa práctica y ese trabajo actoral en el que se sumergen para interpretar diferentes personajes, un ejercicio de preparación y no una obra de teatro. Queda irremediablemente para septiembre.