lunes, 22 de febrero de 2016

El Renacido

Antes de El Renacido
Elige la vida.
Elige una película.
Elige al maltratado Leonardo Dicaprio que nunca le dan el óscar como protagonista de la misma.
Elige una historia inspirada en hechos reales porque para el público ovejil siempre son mejores.
Elige al director de la sobrevalorada Birdman, mientras sigues contribuyendo a aumentar su ego y su cartera.
Elige que su tono sea serio y dramático porque las putas comedias no van a ningún lado.
Elige tu futuro.
Elige la vida... ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes cine?

Después de El Renacido
También conocido como el último superviviente, el Renacido se basa en meter planos secuencia de acción, paisajes bonitos helados y mil primeros planos de Dicaprio pasándolas putas, además de recrearse y recalcar bien estas últimas.

Es inexcusablemente larga, además de ser tremendamente fría. No por su belleza invernal si no porque te dan igual todos y cada uno de los personajes y lo que les sucedan. Está clarísimo que Leo no va a morir se empeñe un puto oso, Tom Hardy o los mini-infartos que sufre al ser nominado a los óscars para luego negárselos. El Hardy también tiene que aguantar vivo todo el film, sino, a ver a cuento de qué se iba a prolongar tanto el pobre sufrimiento del protagonista. Francamente, ¿a alguien le importa el destino de los demás personajes?

Eso sí, posee una belleza fotográfica hipnótica. El síndrome supermodelo, interesantemente atractiva  y aburridamente previsible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario